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martes, 29 de diciembre de 2009

UN DIOS JUSTO



Cuando vemos la santidad de Dios, podemos entender mejor el porqué de su justicia. Debido al pecado del hombre, se revelan dos cualidades de Dios no antes vistas en nuestro estudio. Por un lado se nos muestra la equidad o la justicia divina, por otro su gracia y su misericordia.

En esta presentación estaremos abordando la primera de estas cualidades que nacen por causa del pecado del hombre. Nos ocuparemos así de la justicia del Señor.

I. Cuando hablamos de la justicia de Dios, nos referimos a la rectitud, la equidad, y aún a la severidad del Creador. Como dijimos en alguna lección anterior, muchas personas no creen que un Dios tan amoroso y afectivo pueda condenar al hombre eternamente.

Sin embargo, existen muchas evidencias bíblicas con las cuales podemos corroborar esto mismo.

1. Recordemos que el mismo Dios que creó al hombre con su infinito poder e inmenso amor, fue el que posteriormente lo condenó al destierro y a la muerte…

Gn. 3.22-23 “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.”

2. Recordemos también que Dios mismo fue quien condenó a toda la creación a un terrible diluvio…

Génesis 6.7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.

3. Finalmente, recordemos que fue Dios mismo quien destruyó por completo a las ciudades de Sodoma y de Gomorra…

Génesis 19.24-25 Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.


II. Estos son tan solo algunos ejemplos en el A.T., en los que podemos observar la ira divina. Tiempo nos faltaría para considerar no solo el resto de los casos presentados allí, sino también aquellos que se nos registran en el N.T., donde de igual manera se nos hace evidente la justicia y la ira divina.

A. Sin embargo, es importante considerar el porqué de tanto furor y vehemencia en el caso del Señor. Es necesario reconocer que la ira de Dios no nace por algún capricho divino. Por el contrario, la ira de Dios se hace evidente por causa de la desobediencia del hombre…

Romanos 1.18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad.

B. Debemos saber que además de poderoso, amoroso y santo, Dios también es justo, y obra con rectitud y ecuanimidad.

Gálatas 6.7-8 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

C. Fijémonos que tal como Dios advirtió a Adán sobre las terribles consecuencias de su desobediencia; también nos advierte a nosotros para que estemos avisados…

2 Tesalonicenses 1.8-9 8en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; 9los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder.

1. Ese mismo Dios que advirtió a los hombres en el A.T., es el mismo que nos advierte hoy a nosotros.

2. Ese mismo Dios que cumplió cabalmente con todo aquello que había advertido a los hombres del A.T., es el que cumplirá integralmente todo aquello que nos ha prevenido.

3. Entonces, si Dios fue capaz de llevar a cabo sus terribles juicios en el A.T., pregunto: ¿no será capaz de hacerlo con nosotros?

Números 23.19 Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? habló, ¿y no lo ejecutará?


Como dijo Moisés a los hijos de Rubén en Nm. 32.23 “…si pecamos contra Jehová, sabed que ciertamente nuestro pecado nos alcanzará”

III. Entonces, podemos observar que la ira de Dios se manifiesta fundamentalmente por causa de la desobediencia del hombre. La ira de Dios no es el producto de un capricho o un antojo pasajero. No es producto de la experimentación, la curiosidad o el morbo divino.

A. NO, la justicia de Dios se hace evidente de manera firme y tajante cuando el hombre se aparta en pos de su pecado.

B. Debido a su pureza y santidad, Dios no puede por más que quisiera ignorar el pecado cometido por el hombre.

Sal. 5.4 “Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el malo no habitará junto a ti.”

C. Por ello, continua y progresivamente, Dios nos advierte acerca de las terribles consecuencias del pecado. Dios, ciertamente no desea la condenación del hombre, pero no puede negarse a obrar con justicia y equidad, pues ello es parte de su naturaleza divina…

2 Pedro 3.9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.


1. Pero para entender mejor este asunto acerca del pecado y sus terribles consecuencias, quisiera invitarlos a considerar la condición espiritual del hombre pecador.

2. Entonces, desde la justicia de Dios revelada por causa del pecado del hombre. Desde la ira divina reflejada en Adán y Eva, en el mundo antiguo y el diluvio, y en las ciudades de Sodoma y Gomorra como ejemplo.

3. Les invito para que a través de la palabra de Dios consideremos el estado espiritual del hombre pecador.

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