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jueves, 24 de febrero de 2011

¿SABIAS QUE?


La langosta es un insecto del que más se ocupa la Biblia por su importancia como elemento destructor. Pertenece al orden de los ortópteros llamados saltadores, y constituyen verdaderas plagas invasoras. Se designa con nueve distintas palabras hebreas, pero no siempre es posible decir si todas señalan diferentes especies o los diversos estados de la metamorfosis de una misma. Su presencia en la Biblia se destaca por haber constituido una de las diez → Plagas de Egipto (Éx 10.4–6).
En Lv 11.21–23 se señalan dos tipos de langosta: uno que era permitido comer y otro prohibido. En el tipo comestible (Mt 3.4) se incluyen: la langosta incontable o langosta que llega; el langostín, que devora; el argol que galopa; y el argal, que salta. Estos nombres, dos de ellos aparecen en el texto castellano sin traducción, más bien corresponden a los distintos estados de desarrollo de la langosta: la adulta que pone el huevo; la larva que sale del huevo; la saltona con alas en crecimiento y la adulta lista para volar de nuevo. Joel da también una detallada descripción de estos cuatro estados de desarrollo: «oruga», en lenguaje técnico larva, primera fase del desarrollo; «saltón» que corresponde a la ninfa con las alas más desarrolladas; el «revoltón» con alas más crecidas y la «langosta», el insecto adulto (Jl 1.4; 2.25).
En Jl 2.1–7 se compara admirablemente una nube de langosta con una invasión guerrera. Sus características son la voracidad, devastación, destrucción, hambre y pestilencia. Es como un ejército de caballería que arrasa con todo a su paso.
Las menciones principales de la langosta en cuanto a número son: Jue 6.5; 7.12; Jer 46.23; 51.14; como motivo de oración: 1 R 8.37; como castigo: Am 4.9; en sentido figurado: Nm 13.33; Job 39.20; Ec 12.5; Is 33.4; 40.22; Jer 46.23; Nah 3.15; Ap 9.3–7; y como ejemplo de sabiduría: Pr 30.27.

Fuente: Diccionario Nelson

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