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miércoles, 30 de diciembre de 2009

LA TRAGEDIA DEL HOMBRE


I. Es muy posible que al leer el relato de Adán y Eva, o el relato del diluvio, o el castigo terrible en las ciudades de Sodoma y Gomorra, pensemos en ello como acciones aisladas de Dios y de nosotros mismos. Total dichos eventos sucedieron a personas desconocidas en un momento histórico desconocido para nosotros.

Sin embargo, la biblia nos dice que estas situaciones particulares son modelos para nosotros…

Romanos 15.4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

Es muy cierto que en la biblia se nos narran historias acerca de personajes o situaciones desconocidas por todos nosotros. Sin embargo, es importante reconocer que Dios quiere enmarcar a través de estos personajes o estas diferentes situaciones un hecho enfático y representativo de su carácter: SU JUSTICIA Y EQUIDAD. Es muy importante que más allá de observar los personajes o las situaciones que mencionan la biblia, los relacionemos en todo su contexto, para que con ello podamos tener un panorama amplio no solo de tales personajes o situaciones, sino de Dios mismo y de nosotros, pues los principios presentados por Dios a través de su palabra, son independientes del quien o del cuando sucedan.

Pablo nuevamente nos confirma la importancia de reconocer aquellos eventos o sucesos mostrados a través de la palabra de Dios…

1 Corintios 10.6, 11 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.

1 Corintios 10.11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.


A. Ahora bien, la mente humana es muy dada a olvidar las cosas. De hecho, al ser humano le cuesta mucho aprender en cabeza ajena. Generalmente pensamos que eso negativo que sucedió a otros, jamás ocurrirá con nosotros. Pero alguien dijo que si no se conoce la historia, se está condenado a repetirla.

B. Así, es muy importante que al leer estos ejemplos, recordemos sobre todas las cosas la naturaleza justa de Dios…

Hebreos 12.29 Porque nuestro Dios es fuego consumidor.

C. Con esto en mente, observemos a través de la palabra de Dios la condición del hombre pecador.

II. En primer lugar, es necesario decir que el pecado no excluye a ser humano alguno. Así como pecaron Adán y Eva en el principio, así también nosotros hemos cometido pecado…

A. Romanos 3.23a. Por cuanto todos pecaron...

1. El apóstol Pablo manifiesta que el pecado tiene un alcance universal. Esto, por supuesto, me incluye y lo incluye a usted también. En ese sentido debemos ser totalmente honestos y reconocer que de una u otra forma, en una u otra manera, todos hemos cometido pecado.

Una vez más el apóstol Pablo manifiesta lo mismo describiendo la condición de los judíos y los no judíos…

Romanos 3.9-12 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. 10Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

2. Sin embargo, es posible que en dado momento minimicemos el pecado que hayamos cometido, o las consecuencias que este produce. Esa era precisamente la actitud de los escribas y fariseos, quienes confiaban más en su propia justicia y rectitud, con lo cual menospreciaban a las demás personas creyendo que ellos no habían hecho el mal que otros, pensando que eran personas buenas y justas, considerando que habían otros peores que necesitaban con mayor urgencia la palabra. Pero de estos fue quien dijo el Señor en…

Lucas 18.10-14 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

3. Nada más terrible que considerarse justo e irreprensible, nada más terrible que ignorar nuestro propio pecado, nada más absurdo que desconocer las temibles consecuencias de este.

4. Pero es necesario que tomemos al pecado con la seriedad que se merece. Ignorar el pecado cometido o creer en nuestra propia justicia solo nos pone ad portas de una condenación terrible y eterna.

5. Un vistazo general hacia las consecuencias del pecado en la vida de aquel que lo comete podría ayudarnos a considerar lo terrible de este.

B. La palabra pecado significa literalmente “errar en el blanco”, pero en términos mucho más generales, significa actuar u obrar mal. En la biblia el pecado está siempre relacionado con la desobediencia del hombre hacia los estatutos divinos, independientemente de las causas que la originan.

1. Por ej. En la biblia vemos que muchas veces la ignorancia es la principal causa de muchos pecados del ser humano. Sin embargo, lo interesante de esto es que independientemente de dicha ignorancia por el pecado cometido, Dios juzga al hombre como culpable de pecado, a pesar de su ignorancia.

Levítico 5.17 Finalmente, si una persona pecare, o hiciere alguna de todas aquellas cosas que por mandamiento de Jehová no se han de hacer, aun sin hacerlo a sabiendas, es culpable, y llevará su pecado.

2. En el N.T. el apóstol Pablo también enfatiza este mismo hecho, subrayando que la ignorancia no justifica al hombre de los pecados que haya cometido.

Romanos 2.12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados.

3. De hecho, el mismo Señor Jesucristo ilustró este hecho en una de sus muchas parábolas, para que el pueblo tuviera plena seguridad que la ignorancia jamás justificará al ser humano.

Lucas 12.47-48 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.

4. Vemos entonces, que jamás la ignorancia ha sido justificada por Dios, pues quienes cometieron pecado por yerro, no fueron librados de la justicia divina. La ignorancia entonces no garantiza la salvación del hombre.

C. Pero así como existe el pecado por la ignorancia del ser humano, existe otro que se realiza por rebeldía o por omisión. Este tipo de pecado es muy diferente, pues en tal caso el hombre conoce lo que debe hacer, pero no lo hace.

Santiago 4.17 Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

D. Como podemos ver existen muchas formas de pecado, pero todas ellas, independientemente de sus causas o sus orígenes, siempre llevan a lo mismo, una condición terrible y paupérrima que el ser humano.

¿Cuáles son las consecuencias del pecado?

1. En primer lugar, el pecado crea una barrera entre el hombre pecador y su Creador.

Isaías 59.1-2 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.

a. Como vemos, el pecado genera la separación entre Dios y el hombre.

b. Tal como Dios apartó a Adán y Eva de su presencia en el principio, el hombre pecador de nuestros días también es apartado de la presencia espiritual del Señor.

c. Por supuesto que esto no sucede de forma física o corporal para nosotros, pero esto es una realidad desde el punto de vista espiritual.

2. En segundo lugar y muy relacionado con el punto anterior, el pecado genera destitución o exclusión espiritual. En otras palabras, la separación de Dios, excluye al hombre de todo aquello que es Dios y ha prometido para él.

Romanos 3.23 Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.

3. Esto mismo hace del hombre un ser miserable espiritualmente hablando. El apóstol Pablo, hablando de la condición del hombre antes de ser restaurado, presenta un cuadro terrible en…

Efesios 2.12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.

4. Pero el mismo apóstol Pablo, muchos siglos después de la caída de Adán, recuerda nuevamente la sentencia tajante del Señor, mostrando con ello la condición inmutable de Dios frente el pecado. En Ro. 6.23a. Pablo escribe: “Porque la paga del pecado es muerte…”

a. Esta es la sentencia terrible del pecado: La muerte.

5. Finalmente, esta condición espiritual tan terrible, será inevitable a menos que busquemos con ansia y con afán una pronta y correcta salida de la misma.

En Pr. 11.21 Salomón escribió: Tarde o temprano, el malo será castigado; mas la descendencia de los justos será librada.

6. Quiero dejarlos a manera de reflexión, con las palabras que escribe el autor de la carta a los Hebreos en

Hebreos 2.1-3a. Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? …

CONFERENCIAS


Es un gran placer para mí, poder anunciar a través de este medio, la visita de nuestro buen hermano Angel Barreno, quien desde el 13 hasta el 17 de enero de 2010, visitará nuestro país y la congregación de Las Orquídeas, llevando a cabo estudios bíblicos que serán de mucho provecho para todos.
Desde ahora, invito a todos mis lectores residentes en Bogotá, para participar de este delicioso plato espiritual.

Por otro lado, agradecemos a nuestro hermano todo el esfuerzo que implica dejar su país, su familia, y sus hermanos en la fe, para compartir entre nosotros durante estos días.

Esperamos que se sienta como en su casa.

Tanto a él como a todos les doy la más cálida bienvenida.

martes, 29 de diciembre de 2009

UN DIOS JUSTO



Cuando vemos la santidad de Dios, podemos entender mejor el porqué de su justicia. Debido al pecado del hombre, se revelan dos cualidades de Dios no antes vistas en nuestro estudio. Por un lado se nos muestra la equidad o la justicia divina, por otro su gracia y su misericordia.

En esta presentación estaremos abordando la primera de estas cualidades que nacen por causa del pecado del hombre. Nos ocuparemos así de la justicia del Señor.

I. Cuando hablamos de la justicia de Dios, nos referimos a la rectitud, la equidad, y aún a la severidad del Creador. Como dijimos en alguna lección anterior, muchas personas no creen que un Dios tan amoroso y afectivo pueda condenar al hombre eternamente.

Sin embargo, existen muchas evidencias bíblicas con las cuales podemos corroborar esto mismo.

1. Recordemos que el mismo Dios que creó al hombre con su infinito poder e inmenso amor, fue el que posteriormente lo condenó al destierro y a la muerte…

Gn. 3.22-23 “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.”

2. Recordemos también que Dios mismo fue quien condenó a toda la creación a un terrible diluvio…

Génesis 6.7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.

3. Finalmente, recordemos que fue Dios mismo quien destruyó por completo a las ciudades de Sodoma y de Gomorra…

Génesis 19.24-25 Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.


II. Estos son tan solo algunos ejemplos en el A.T., en los que podemos observar la ira divina. Tiempo nos faltaría para considerar no solo el resto de los casos presentados allí, sino también aquellos que se nos registran en el N.T., donde de igual manera se nos hace evidente la justicia y la ira divina.

A. Sin embargo, es importante considerar el porqué de tanto furor y vehemencia en el caso del Señor. Es necesario reconocer que la ira de Dios no nace por algún capricho divino. Por el contrario, la ira de Dios se hace evidente por causa de la desobediencia del hombre…

Romanos 1.18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad.

B. Debemos saber que además de poderoso, amoroso y santo, Dios también es justo, y obra con rectitud y ecuanimidad.

Gálatas 6.7-8 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

C. Fijémonos que tal como Dios advirtió a Adán sobre las terribles consecuencias de su desobediencia; también nos advierte a nosotros para que estemos avisados…

2 Tesalonicenses 1.8-9 8en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; 9los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder.

1. Ese mismo Dios que advirtió a los hombres en el A.T., es el mismo que nos advierte hoy a nosotros.

2. Ese mismo Dios que cumplió cabalmente con todo aquello que había advertido a los hombres del A.T., es el que cumplirá integralmente todo aquello que nos ha prevenido.

3. Entonces, si Dios fue capaz de llevar a cabo sus terribles juicios en el A.T., pregunto: ¿no será capaz de hacerlo con nosotros?

Números 23.19 Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? habló, ¿y no lo ejecutará?


Como dijo Moisés a los hijos de Rubén en Nm. 32.23 “…si pecamos contra Jehová, sabed que ciertamente nuestro pecado nos alcanzará”

III. Entonces, podemos observar que la ira de Dios se manifiesta fundamentalmente por causa de la desobediencia del hombre. La ira de Dios no es el producto de un capricho o un antojo pasajero. No es producto de la experimentación, la curiosidad o el morbo divino.

A. NO, la justicia de Dios se hace evidente de manera firme y tajante cuando el hombre se aparta en pos de su pecado.

B. Debido a su pureza y santidad, Dios no puede por más que quisiera ignorar el pecado cometido por el hombre.

Sal. 5.4 “Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el malo no habitará junto a ti.”

C. Por ello, continua y progresivamente, Dios nos advierte acerca de las terribles consecuencias del pecado. Dios, ciertamente no desea la condenación del hombre, pero no puede negarse a obrar con justicia y equidad, pues ello es parte de su naturaleza divina…

2 Pedro 3.9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.


1. Pero para entender mejor este asunto acerca del pecado y sus terribles consecuencias, quisiera invitarlos a considerar la condición espiritual del hombre pecador.

2. Entonces, desde la justicia de Dios revelada por causa del pecado del hombre. Desde la ira divina reflejada en Adán y Eva, en el mundo antiguo y el diluvio, y en las ciudades de Sodoma y Gomorra como ejemplo.

3. Les invito para que a través de la palabra de Dios consideremos el estado espiritual del hombre pecador.

jueves, 24 de diciembre de 2009

UN DIOS SANTO


Aunque Dios es un ser espiritual poderoso y sumamente amoroso, no debemos olvidar que también es un ser justo que demanda un castigo por el pecado cometido por el ser humano.

En dado momento se puede creer que por ser Dios tan amoroso y compasivo, jamás podrá condenar o enjuiciar al hombre y mucho menos en forma terrible o catastrófica. Pero es necesario recordar que junto a su gran poder, junto a su inmenso amor, Dios también es un ser justo o equitativo.

Nah. 1.3. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, mas no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies.

I. Una de las cualidades más olvidadas por muchos de nosotros acerca del carácter de nuestro Creador, es la santidad que el Señor posee. Dios es un ser santo en todo el sentido de la palabra y esto mismo debe estar muy presente en nuestras mentes, para interpretar correctamente la Pasión de Cristo.

Éxodo 15.11 ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?

A. La biblia continuamente nos hace evidente la rectitud y la perfección divina.

1 Samuel 6.20 Y dijeron los de Bet-semes: ¿Quién podrá estar delante de Jehová el Dios santo? ¿A quién subirá desde nosotros?


B. Es necesario entonces, que tengamos en cuenta la naturaleza purísima de nuestro Señor, para que podamos entender su justicia y equidad.

Hab. 1.13a. “Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio…"

C. Pero si el A.T. es enfático en resaltar la naturaleza santa de nuestro Creador, el N.T. nos la confirma.

Apocalipsis 15.4 ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.

II. Ahora bien, la santidad no es solo un atributo divino, sino también una exigencia al ser humano.

A. Así se nos demuestra desde el A.T., cuando Dios mismo llamó a Israel para serle un pueblo santo y puro.

Levítico 11.45 Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo.

1. Notemos que fue Dios quien exigió santidad a su pueblo, por causa de la misma santidad que El poseía.

Éxodo 19.6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.

2. Ahora bien, es necesario entender que la santidad fue un MANDAMIENTO dado por Dios a su pueblo, y no una mera opción o alternativa, la cual Israel pudiera abrazar u desechar según su criterio o conveniencia.

3. La santidad fue requerida por Dios para tener una relación correcta con su pueblo Israel.

B. Pero esa misma santidad que Dios exigió a Israel en el A.T., es la que Dios nos exige a nosotros en el N.T.

1 Pedro 1.16 Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

1. NO debemos creer que la santidad y la pureza fue una exigencia exclusiva de Dios para el pueblo de Israel.

2. A nosotros también se nos exige y de una forma más enfática y solemne.

Hebreos 12.14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

3. Podemos notar entonces que la santidad no solo está asociada al carácter y la naturaleza de Dios, sino por esto mismo, debe ser parte del pueblo que proclama y adora al Señor.

2 Corintios 7.1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

C. Debe ser lo suficientemente claro entre nosotros, que para lograr una relación correcta con Dios, se nos exige santidad y pureza.

1. Entonces, desde la naturaleza santa del Creador.

2. Desde la exigencia divina de santidad para el pueblo de Israel.

3. Desde la misma santidad que nos exige a nosotros; les invito a reconocer en nuestra próxima lección, la justicia de Dios en razón de su naturaleza, y a observar al hombre como objeto de la ira divina.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

UN SER CAIDO


En la anterior lección vimos que el hombre es un ser excepcional y privilegiado. Vimos que el hombre es la mayor y la mejor evidencia del inmenso poder de Dios, pero también el objeto de su enorme amor y bondad. Varias son las razones que observamos para creer en ello, y ahora sabemos qué somos con exactitud tanto para Dios, como para el resto de la creación, incluyendo con esto al mismo Satanás, pues al saber el Diablo que el hombre era el objeto del amor divino, no tardó mucho en interponerse en esta maravillosa relación.

A. Pero aun bajo aquella condición tan excepcional y favorable, el hombre tenía una clara restricción. Dios había dado una orden específica al hombre, la cual debía ser cumplida a cabalidad, con lo cual el hombre podía mostrar su subordinación o sometimiento a su amoroso Creador.

Gn. 2.16-17 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

B. Esta condición tan privilegiada del ser humano, cambió radicalmente cuando llevado por el engaño del Diablo y por su propia concupiscencia, decidió el hombre desobedecer al mandato divino. En Gn. 3 se nos presenta el relato completo de la caída del hombre. Quisiera resalta de allí lo que dicen los versos 4.-6…

Gn. 3.5-6 “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.”

C. A partir de ese preciso momento, la condición del hombre fue totalmente distinta de aquella que originalmente tuvo, la cual observamos en la lección anterior…

1. En primer lugar el hombre tuvo conocimiento de su desnudez, lo cual le llevó a la vergüenza.

Gn. 3.7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

2. Por esto mismo, el hombre evitó la presencia de Dios.

Gn. 3.8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.

3. Todo esto hizo que el hombre se sintiera temeroso.

Gn. 3.10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.

4. Pero lo peor que estaba por venir, pues Dios mismo le había advertido al hombre acerca del costo enorme de su desobediencia…

a. Cuando Dios le dijo al hombre que moriría por causa del pecado, le estaba manifestando básicamente que toda desobediencia tendría consecuencias terribles. En otras palabras, Dios le dijo a Adán que su transgresión o insubordinación no quedaría impune, por más amor que tuviera para con él…

Nah. 1.3a. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, mas no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies.


b. El hombre entonces ignoró el mandamiento del Señor. Así, tal como Dios mismo se lo había manifestado, las consecuencias no se hicieron esperar.

1. En primer lugar vemos la introducción del dolor y la sujeción, en el contexto de la reproducción y la relación conyugal…

Gn. 3.16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.


2.
En segundo lugar, vemos la introducción de la maldición y el sufrimiento en el contexto general de la creación, y el contexto del trabajo…

Gn. 3.17-18 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.

3. Pero lo más terrible estaba por venir, pues tal como Dios lo había manifestado, el hombre pereció…

Gn. 3.19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.

4. Tal vez no exista una consecuencia más terrible por el pecado cometido, que el llegar a ser separado de la presencia del Señor. Cuando Adán fue creado por Dios, gozaba de una comunión estrecha con él. Adán disfrutaba de una relación íntima y afable no solo con Dios, sino con el resto de la creación. Pero introducido el pecado, se introduce también la muerte.

Gn. 3.22-23 “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.”

5. Como vemos, la introducción del pecado en el mundo, introduce también la angustia, la vergüenza, el sufrimiento, la maldición, el dolor, la desesperanza y la condenación en el mundo. Tal como Dios lo dijo, se introduce la muerte y la separación de Dios para con el hombre.

Así, aquel panorama tan maravillo de principios de la creación, cambia totalmente a causa del pecado.

D. Vemos pues que cuando el pecado hace su presencia en el contexto de la creación, esto genera la condición propicia para la Gracia de Dios, lo cual será el tema fundamental de nuestra próxima lección.

1. Entonces, desde la ruptura de aquella preciosa relación entre Dios y el hombre por causa del pecado.

2. Desde la introducción del sufrimiento y de la muerte en el contexto de la creación.

3. Desde la caída del hombre, les invito a observar la próxima lección, la cual nos mostrará un poco más del carácter del Señor, pues trataremos sobre la santidad y la justicia divina.

martes, 22 de diciembre de 2009

UN DIOS DE PODER, UN SER BENDECIDO

Cuando vamos al principio de las cosas, a la creación del hombre, podemos observar el inmenso poder y el gran amor de Dios.

1. El poder de Dios, porque todo lo que existe fue creado por Dios mismo a través de su palabra.

a. Gn. 1.1 “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”

Ahora bien, no solo el A.T. hace evidente el hecho que la Creación tiene origen en Dios.

En el N.T. también se nos ofrece información suficiente para reconocer que el universo tiene origen en Dios.

b. He. 1. 10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos.

Vemos a través de toda la biblia una afirmación recurrente y enfática: Que Dios es el Creador de todo el universo.

Este hecho también debe estar muy presente en nuestra mente y corazón al considerar al Señor.

Dios es nuestro Creador y nosotros somos creaturas suyas. Es necio no creer en Dios, o pensar que somos producto de una gran explosión, o una evolución progresiva, cuando en realidad somos el resultado del inmenso poder de Dios…

Sal. 53.1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios…

2. Sin embargo, la creación no solo nos ofrece una enorme perspectiva acerca del poder de Dios, con el, también se nos vislumbra el amor o el afecto del Señor para con el hombre. Precisamente, también desde el principio podemos obtener evidencia clara sobre este inmenso amor...

Gn. 1.31a. ”Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera…”

Cuando vemos a Dios obrando a través de toda su creación, notamos que todo aquello que creo, lo hizo con el fin de beneficiar a su más noble obra: El ser humano.

a. La condición del hombre era excepcional, pues a diferencia de las demás criaturas; solo el hombre había sido creado a imagen y semejanza de Dios…

Gn. 1.27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

b. La condición del hombre era excepcional también, porque Dios le puso como cabeza de la creación. Solo Dios mismo estaba por encima del hombre.

Gn. 1.26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

c. Pero también la condición del hombre era excepcional pues este disponía de toda la creación para su beneficio.

Gn. 1.29-30 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.

d. Además de todo lo anterior, la condición del hombre era
excepcional, pues habitaba en un precioso jardín, diseñado por Dios mismo.

Gn. 2.8, 15 8Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado.

15Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.


e. Como si fuera poco, era excepcional la condición del hombre, porque Dios le había dado una buena y hermosa compañía.

Gn. 2.22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.

f. Además, era excepcional la condición del hombre porque disponía del árbol de la vida.

Gn. 2.9 Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.

g. Finalmente, era excepcional la condición del hombre, porque habitaba en la presencia de Dios (véase todo el contexto de Gn. 1—2).

3. Como vemos, el hombre no es cualquier cosa o cualquier creatura en el mundo. En todo el universo no hay nada comparable con el hombre, no hay nada más maravilloso, no hay nada que refleje de una mejor forma tanto el poder como la bondad del Creador. Es el hombre no solo la máxima creación de Dios, sino el objeto de su inmenso amor y misericordia.

a. Entender quien es Dios y lo que ha hecho con el hombre, y por el hombre, es fundamental para conocer correctamente la naturaleza de Cristo y el amor o la gracia del Señor. Así, cuando reconozcamos quienes somos, reconoceremos también quien es Dios.

b. La pasión de Cristo, sucederá muchos siglos después de haber sido creado el hombre. Sin embargo, cuando ello ocurra, veremos maximizado ese inmenso amor que desde el Génesis Dios mismo nos manifiesta.

c. En consecuencia es necesario que observemos cómo y porqué Dios nos creó, para que después entendamos cómo y porqué Dios nos regeneró.

lunes, 21 de diciembre de 2009

EMPEZANDO POR EL PRINCIPIO


A. Para entender una buena película debemos empezar a verla desde el principio; así, para entender correctamente la Pasión de Cristo, debemos empezar por el pecado.

1. La Pasión de Cristo y la resurrección del Señor, ocupan las últimas líneas de los evangelios en el N.T.

2. Así, cuando llegamos a la Pasión de Cristo, ya se nos ha mostrado la vida del Señor Jesús, sus enseñanzas, y sus obras maravillosas. Para ese momento ya se ha presentado a Jesús tal cual: El Señor Dios hecho carne.

Jn. 20.30-31 Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.

a. Es muy importante entender la naturaleza de Jesús, para entender mejor su vida, y conocer exactamente el propósito de su muerte.

Jn. 1.1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Cuando el evangelio de Juan se refiere al Verbo (con V mayúscula), claramente sabemos que se refiere a Jesús.

Esto mismo podemos comprobarlo a través de la declaración que el mismo apóstol Juan añade un poco más adelante.

Jn. 1.14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Todo esto indica que Jesús es el Verbo, que Jesús es Dios y qué Jesús siendo Dios, se hizo hombre. El mismo Juan añade.

Jn. 1.29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

b. Como podemos observar, no estamos hablando de cualquier personaje histórico, por importante que haya sido para la humanidad.

c. La verdad es que estamos hablando de Jesucristo, el Hijo de Dios, nuestro Creador, y nuestro Salvador.

Si no entendemos primero la naturaleza de Jesús de Nazaret, poco provecho tendrá que conozcamos su vida o su muerte, pues es la esencia de la persona de Jesús lo que valoriza su muerte en la cruz.

No olvidemos entonces que estamos tratando con la Pasión de Cristo; es decir, con el sufrimiento del Hijo de Dios, nuestro Salvador.

Esto mismo siempre debe estar en nuestra mente, y no solo a lo largo de esta serie de presentaciones, pero también a lo largo de nuestra vida.

3. Aclarado este punto, debemos entender que mucho antes de la muerte del Señor, mucho antes de su terrible sufrimiento, mucho antes su ministerio, y aún de su nacimiento, hallamos una cantidad de información y de situaciones relacionadas en una misma línea de pensamiento, las cuales conocemos con el nombre de Antiguo Testamento.

a. Ahora bien, el Antiguo Testamento es la narración de los eventos que confluyen hasta el sacrificio de Jesucristo.

He. 9.16-17 Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive.

b. Muchas personas creen que el N.T. inicia a partir del evangelio de Mateo. Sin embargo, como leímos antes, sin la muerte del testador (en este caso Jesús), no existe posibilidad de un N.T. El mismo evangelio, muestra como el Señor Jesucristo vivió bajo el antiguo pacto o la antigua ley.

Gál. 4.4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley

c. En este mismo libro, el apóstol Pablo mostraba al A.T. como el guía que nos llevaría a la gracia de Dios.

Gál. 3.24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.

d. Así entonces, debemos remontarnos al A.T., al mismo Génesis de las cosas, para poder esgrimir la historia de la Pasión de Cristo. Con esto en mente, veamos qué fue lo que pasó con el hombre en el principio.

jueves, 10 de diciembre de 2009

LA PASION DE CRISTO


Las últimas 12 horas en la vida Jesús de Nazaret, comúnmente son llamadas “La Pasión de Cristo”, debido al enorme dolor y sufrimiento que experimentó el Señor. El propósito de estas lecciones es conocer el porqué de tan terrible sufrimiento.

A. La Pasión de Cristo, es el registro final de una historia muchísimo más larga; una historia que comienza muchos siglos atrás, la cual es preciso conocer. Permítanme hacerles una ilustración:

1. Imaginen ir al cine para ver una muy buena película, pero llegar cuando está a punto de terminar.

2. Ahora, imagine que usted llega a casa y su familia le pregunta por aquella película.

a. Ellos ignoran que usted no vio toda la película; pero están inquietos por saber de qué se trata.

b. Ellos han oído que aquella película es muy buena y tienen deseos de saber si esto es cierto.

c. Entonces le preguntan a usted qué tal estuvo aquella película que fue a ver. Quieren saber si es tan buena como han dicho, quieren saber si merecería que ellos la vieran.

3. Entonces usted les dice: Pues bien, no sé de qué se trató toda la película; pero les aseguro que el final es muy bueno.

B. Más o menos esto es lo que sucede con muchas personas, quienes tan solo han conocido el sufrimiento de Cristo, pero no saben con exactitud por qué sucedió. En otras palabras, ellos han visto el final de la película, pero no han visto el principio ni el desarrollo de la misma.

1. Hace un par de años, el famoso canal Discovery Channel, emitió una serie de programas acerca de personajes o situaciones bíblicas al cual llamaron “Las Escrituras”.

2. Uno de los capítulos de la serie tenía el llamativo título ¿Quién asesino a Jesús?

3. Algunos de los expertos entrevistados en dicho programa, dijeron que Jesús murió por la avaricia de Judas Iscariote; otros dijeron que la razón de la muerte de Jesús fue la envidia de los sacerdotes judíos, encabezados por Anás y Caifás. Alguien más dijo que Jesús murió por la negligencia de Poncio Pilatos; y hubo un historiador quien dijo que el pueblo judío es el principal sospechoso de la muerte del Señor. Finalmente, un antropólogo forense dijo que Jesús mismo era el principal sospechoso en su propia muerte, pues aunque sabía que iba a morir, no hizo nada en lo absoluto para impedirlo.

a. Como puede verse, la Pasión de Cristo ha generado muchas teorías, comentarios, y hasta especulaciones. Un gran número de libros, un mayor número de folletos, comentarios a granel, y hasta películas de cine y de televisión se han presentado con el fin de exponer, aclarar o explicar la Pasión de Cristo.

b. Sin embargo, la Pasión de Cristo hace parte de una historia mucho más larga y más compleja, la cual es necesario conocer para entenderlo todo.

c. Mirar la Pasión de Cristo e ignorar el resto de la historia que la incluye, es como observar los últimos minutos de una muy buena película, y tratar de comprenderla toda. ¡Casi Imposible!, ¿Verdad?

C. Pero si alguien quiere entender bien la Pasión de Cristo, al menos necesitará 3 herramientas fundamentales:

1. Para entender bien la Pasión de Cristo una persona debe conocer primero El Plan de Redención (salvación), porque la Pasión de Cristo es la conclusión de dicho plan.

2. Para entender bien la Pasión de Cristo una persona debe mirar primero la biblia; porque la Pasión de Cristo como el plan de redención se hallan en la biblia.

3. Para entender bien la pasión de Cristo una persona debe abrir su mente y su corazón, porque la Pasión de Cristo no es una historia aislada sobre un gran personaje espiritual que vivió varios siglos atrás. La Pasión de Cristo es la historia de la salvación del hombre; por lo tanto, la Pasión de Cristo es el clímax de nuestra salvación.

D. Esta serie de presentaciones nos mostrará la historia de la Pasión de Cristo; a través de todo su contexto (dentro del Plan de Redención).

1. Veremos entonces las causas que la originaron.

2. Veremos su propósito fundamental.

3. Y todo esto lo haremos a través de la Biblia, donde hallamos el mejor registro de la historia de Cristo y de la historia del hombre.

a. Abra su biblia y abra su corazón.

b. Acomódese en su silla.

c. Y acompáñenme a conocer la verdad detrás de la historia sobre la Pasión de Cristo.

Una vez más...

¡Bienvenidos!

miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿ENTIENDES LO QUE LEES?



I. Seguramente usted ha leído la biblia en dado momento. Seguramente usted ha visto la película “La Pasión de Cristo”. Pero, con todo respeto, permítame preguntarle: ¿Ha entendido aquello que ha leído? ¿Ha comprendido aquello que ha visto?

A. En la misma biblia vemos un claro ejemplo acerca de esta situación.

Hch. 8.26-31 Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.

B. Tal como sucedió al eunuco etíope, hoy en día muchas personas podrían leer la biblia, sin llegar a entender aquello que están leyendo. Es necesario al leer la biblia prestar mucha atención al mensaje que leemos.

Neh. 8.8 Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.

Además de esto, el apóstol Pablo escribió varios siglos más adelante.

Ef. 3.4 Leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo.

C. Es por eso que nosotros, la iglesia de Cristo, hemos diseñado esta serie de presentaciones, para mejorar el entendimiento de la palabra de Dios, y especialmente en el plan maravilloso diseñado por Dios para la salvación del hombre.

Le invitamos a descubrir con nosotros aquel hermoso plan. De antemano, agradecemos la amable atención que nos prestará durante los siguientes minutos.

Bienvenidos.